jueves, 4 de febrero de 2010

De la serie: Believe it or not (parte 1)


Aunque ustedes no lo crean, desde pequeña me llamó la atención aprender a realizar todo tipo de actividades; desde observar diferentes elementos en el microscopio, bordar en tela, pintar (sobre todo en óleo), modelar (plastilina, barro), tejer, tocar algún instrumento, bailar,...hasta llegué a hacer muñecos de peluche y diseñar ropa. Sinceramente, nunca he sido muy hogareña que digamos, más bien siempre fui hiperactiva y el aprendizaje formal lo combino con el cotidiano, lo cual siempre me ha resultado bastante funcional.

A pesar de ser una niña tranquila (y a veces silenciosa), me la pasaba cambiando de actividad a cada momento: de armar un rompecabezas, a un juego de mesa, a leer un libro, a pintar con acuarelas, a observar animales, a andar en bicicleta, a escuchar música, a volar un papalote, a bailar...etcétera, etcétera.

Fui la primogénita; mis papás siempre trabajaron gran parte del día y como ya he mencionado, básicamente me crié en un mundo de adultos, así que aprendí a hacer actividades muy diversas:

-Con un tío adolescente que tocaba diferentes instrumentos y que además se la pasaba escuchando todo tipo de música, fue fácil crear gusto por la misma desde pequeña.
-Con un primo mayor que yo por seis años inquieto, de pensamiento rápido y analítico, rebelde, que vive al máximo y que es protector como si fuera prácticamente el hermano mayor que no tuve, fue casi indispensable aprender a convivir con "hombres", jugar "cosas de niños" y acostumbrarme a la repentina brusquedad; a él le debo el interés por la tecnología, los videojuegos y sobre todo, el aprender (aunque sea un poco), a diferenciar las palabras y acciones sinceras de un hombre, de las que no lo son (para que no caigas tan fácilmente, en sus redes, como él mismo dice)
-Con una tía diseñadora de modas y amante del arte en general (pintura, escultura y demás), fue sencillo el tener acceso a todo tipo de actividades que iban desde manualidades diversas hasta asistencia a eventos culturales, de moda y claro, al cine y al teatro; a ella le debo el ser femenina sin caer en excesos, el gusto por actividades culturales y el haber aprendido a escribir, leer, sumar y restar desde los 3 años de edad.
-Con una abuelita llena de historias que contar, con una vida de trabajo en muchas áreas, que vivió en varias partes de la República Mexicana y que conservaba la entereza sin perder sensibilidad, fue casi espontáneo el hecho de que yo pudiera crear el sentido de asistencia a los demás, el gusto por la lectura y por los viajes.
-Con un abuelito que trabajó en áreas dedicadas al control y evaluación, con una capacidad de apreciación distinta y muy visual, fue inmediato el hecho de que me enseñara a no ser conformista, a observar detalles importantes y a no pasar por alto los defectos que pudieron evitarse.
-Con unos padres médicos: mi mamá cariñosa, activa, independiente, humana, acertada, hábil y en constante superación, fue natural el que yo tomara interés por la atención a las personas tratándolas siempre con respeto y sin olvidar su individualidad; con un papá exigente, duro, pragmático, puntual, poco expresivo y hasta distante, fue necesario que yo aprendiera a ser independiente, fuerte, resistente, de adaptación rápida a los cambios y de recuperación veloz tras cualquier caída. Ambos, contribuyeron con algunos rasgos obsesivo-compulsivos que en ocasiones son notorios en mi y a que finalmente me dedicara a la Medicina, con todo lo que conlleva.

Hoy reflexionaba acerca de que los primeros años de mi vida me han marcado de forma muy importante, tal vez en ocasiones de manera muy positiva y en otras negativa, pero que definitivamente me formaron e hicieron de mi todo lo que yo soy ahora, junto con el camino que he elegido. En mi, existe algo de todas las personas mencionadas en este post; prácticamente ha sido como si me hubieran heredado en vida. A veces siento como si fuera varias personas en una, interactuando entre ellas. De repente, sobre todo en las madrugadas, pienso que posiblemente es buena idea el que herede un poco de mi en sinergia con alguien más. Siempre es mejor unir energías; estoy segura que formaríamos una mezcla interesante. Después, reconsidero y me doy cuenta de que aun no es el momento (al menos no a corto plazo). Mejor vivo el presente. Un poco de divague matutino.
¡Que pasen buen día!
Imagen: Lily in harmony de Franz Heigl

4 comentarios:

Seo dijo...

me siento hoy algo reflejada en tu texto. yo de pequeña era igual y aun hoy hago mil cosas de las que hacia.

muakkskskks

Jo dijo...

creo que hay muchas cosas con las qu eme identifico pero sobre todo en esa inquietud ... nunca estar quietas

... eres un estuchito¡

:D

Stitcho dijo...

jajajaja... eso me suena... me suena... me suena... jajaja
ya veo ke eres todo un estuche de monerias, eh xD ke bien... asi no te aburres de lo monotono que llega a ser la vida misma... =D

::júbilo::haku:: dijo...

yo pensaria que gran parte d emi formacion es que me dejaban.. estar solo... y ser de alguna manera independiente...