sábado, 31 de julio de 2010

Agosto no me quiere

Así se titulaba un post que se quedó en borrador y que decidí no publicar. Trataba acerca de que coincidentemente, tres personas se van lejos de mi. Todos en agosto; todos ellos hombres.
Decidí no publicar el post que inicialmente llevaría el título de esta entrada, porque uno de esos tres "no se merece" unas líneas en un blog; ni siquiera en este blog poco visitado. Y no es que sea lo máximo para alguien que le escriba un post, sino que ese chico no sabe leer lo que se le dedica; tampoco sabe escuchar lo que se le dice. O pensándolo bien, tal vez si sabe pero simula que no, porque es uno más de sus pretextos. En fin, los otros dos hombres si que se merecen todo lo bueno. Los dos son amigos entrañables, me hicieron volver a creer en que la amistad hombre-mujer (ambos heterosexuales), si existe. También me recordaron que los hombres caballerosos, protectores y fieles, son posibles cuando encuentran a la mujer por la cual están dispuestos. Ambos tendrán éxito en sus nuevos proyectos, seguro. Mi compañero de trabajo consentido (el Dr.) y mi coach (el músculos-inteligente), gracias por haber llegado a mi vida y gracias porque sé que seguirán en ella.

El otro chico, no fue ni mi novio, ni mi amante, ni mi free, ni nada que se le parezca. Primero fue un extraño, luego un chico más, después un loco-extraño y ahí se hubiera quedado pero no, el hubiera no existe. Después se convirtió en una especie de salvavidas, porque el simple hecho de arrancarme una sonrisa fue en varios momentos, lo que me rescató de circunstancias difíciles. Luego, según sus propias palabras, se convirtió en mi fan. Y no cualquiera, se autonombraba "el presidente de mi club de fans". Ja, probablemente decía eso porque sabía que no tengo fans. Él fue prueba viviente de que cuando alguien se propone algo y trabaja en ello, lo logra. Se metió no solamente en mi pensamiento, prácticamente en mi vida. Ha sido hasta el momento, la única persona que ha logrado que vea un partido de fútbol, entre sus amigos y con otros desconocidos todos ellos usando camiseta, menos yo, ju. Desafortunadamente, para él fue insuperable el hecho de no tener un trabajo igual o similar en pago al mío; pensaba que no podría darme "lo que merezco". Vaya, como si yo mereciera algo en específico; yo trabajo y me gano lo mío. No creo que una persona merezca más o menos, esas son tonterías y/o pretextos. Además, esa situación me molesta porque con eso me dio a entender que nunca me conoció bien en realidad. Nunca he sido interesada y lo económico, sino es ganado con mi propio trabajo, no tiene importancia y menos con las personas que quiero. En fin, en pro de esa mejora económica, parte a lo que él llama "su gran oportunidad". Lástima que nunca consideró la idea de compartir esa oportunidad conmigo. Respeto su lejanía y reconozco que es una gran persona en otros aspectos de su vida. A él no le deseo éxito porque estoy segura que lo tiene garantizado.

A ellos tres, les dedico este post anterior. Simplemente, gracias.

Y no lloro, sonrío por lo vivido.
Que tengan excelente inicio de semana.