viernes, 29 de mayo de 2009

De lo Prohibido


Lo prohibido atrae; es prácticamente un hecho. El que haya alguna "restricción" de algo sea lo que sea, actúa como un imán. Pero, ¿qué es lo Prohibido? para cada persona significa algo diferente, dependiendo de lo que considere que esté más allá de sus límites, ya sea que éstos hayan sido impuestos por uno mismo o por alguien más. Pienso que aunque algunas personas digan que no tienen límite alguno, debe haber algo que consideren prohibido; el no tener límites puede ser el propio límite en si.

Lo prohibido puede ser algo inusual, algo que nos saca de la rutina a la que tarde o temprano llegamos a caer aunque sea momentáneamente; algo novedoso y que por el hecho de ser desconocido, nos da curiosidad. El hacer algo que consideramos como prohibido, causa emoción, diversión y hasta placer. El saber que estamos en un territorio que por una u otra razón no deberíamos de estar, provoca sensaciones diversas.

Una vez que lo prohibido fue probado, lo que sigue es incierto: puede ser que ya no se considere una prohibición y se pierda el interés; que queramos probar de nuevo, que haya resultado mucho más atractivo de lo que pensabamos, etc.

Lo prohibido cambia con el paso del tiempo, conforme avanzamos; algunas cosas dejan de ser prohibidas para darle paso a otras que por lo general, son más prohibidas que las anteriores, de una magnitud mayor probablemente por los límites a vencer o por lo que puedan traer consigo.
Me atrae lo prohibido, como a muchas personas; mis límites de lo que considero como prohibido son los daños que pueda ocasionarle a otras personas y el daño que yo misma pudiera ocasionarme; sin embargo a veces es difícil dejar de lado la atracción hacia lo prohibido.
Algo que me "sacó de onda" fue que alguien me dijera que yo soy su "prohibición"; no sé porqué, pero me sentí rara y no dije nada. No me disgustó; simplemente no sé que fue.

¿Prohibido prohibir? Puede ser, puede ser. Imagen: "Fruto Prohibido" de Mari Ortolá

sábado, 23 de mayo de 2009

De los Deseos



"Ten cuidado con lo que deseas, porque puede convertirse en realidad" Para algunas personas, esta frase suena a una amenaza, para otras una advertencia, para algunos otros puede resultar motivante y seguramente para muchos no signifique nada importante.

Todos deseamos, todos soñamos; algunos ambicionamos, planeamos. Para mi funciona como un todo en general: desear, soñar, ambicionar, planear, me ayuda a fijarme metas y trabajar en lograrlas.

La realidad supera a la fantasía. Al enfrentarnos a la realidad de un deseo cumplido, no siempre se está preparado para recibirla, tal vez por temor a no saber cómo enfrentar algo nuevo. También puede ocurrir que no sepamos qué hacer con un
"deseo cumplido" porque simplemente fue producto de "desear por desear", sin saber para qué se deseaba. O se puede desear sin pensar en nada más.

El desear no tiene nada de malo; está bien luchar por aquello que deseamos lograr. La "advertencia, amenaza, motivación" o lo que nos provoque la frase
"Ten cuidado con lo que deseas, porque puede convertirse en realidad", tal vez tiene que ver con el nivel de expectativas que nos creamos al desear algo: si son bajas, la realidad puede ser demasiado en relación a lo que deseabamos realmente y si son altas, la realidad puede resultarnos corta en comparación con lo deseado.

Yo pienso que es importante no dejar de desear y no dejar de soñar, manteniendo aunque sea un poco de nosotros en la realidad, para que no tengamos temor de ver cumplido lo deseado.

P.D. En el
post de abajo, conté que no pude deshacerme de un bolígrafo; al parecer, deseaba fuertemente que desapareciera porque se hizo realidad: desapareció misteriosamente del lugar donde lo había dejado, en mi recámara; nadie pudo tomarlo que no fuera yo misma, porque estaba bajo llave. ¿Seré sonámbula? Nooo, no creo.

Imagen: "El enigma del deseo" de Salvador Dalí, 1929.

domingo, 17 de mayo de 2009

De cómo acumulamos cosas (¿significativas?)


Hoy estuve arreglando un poco mis cosas (llámese ropa, accesorios y mil chunches más). Siempre he estado consciente de que tengo mucho más de lo que realmente ocupo: me di cuenta hace tiempo ya que he ido acumulando cosas, por el simple hecho de que las relaciono con cierta época o momento de mi vida.
Así que cada cierto tiempo, me doy a la tarea de vaciar mis bolsas, mochilas, cajitas, cajones, clóset, etc. para ver que es lo que ya no utilizo y trato también de sacar cosas que en vez de seguir en el baúl de los recuerdos, deben irse ya.

Esta vez, aparecieron fotos, llaveros, peluches, llaves de lugares a los cuales ya no voy (ni iré), boletos de cine, notas, invitaciones, Taz-itos que son parte de mi colección del demonio de Tazmania (soy fan), discos, envolturas, cajas de regalos, etc., etc.

Reencontré 2 muñequitos que son muy significativos para mi (Pucca y Pato; soy fan también de Pucca), porque las personas que me los regalaron son muy queridas. Son los de la foto (que está un poquito mal tomada :P)

Pude sacar varias cosas que simplemente ya no ocupo o casi no utilizo y otros objetos que ya no tiene caso seguir guardando. De lo único que no pude deshacerme, fue de un bolígrafo (al cual por cierto, no le tomé foto); es un bolígrafo que tiene la figura de un Elmo muy sonriente, no tiene nada de especial, es un bolígrafo común y corriente. Es significativo porque la persona que me lo regaló lo hizo el día que nos volvimos a ver, después de mucho tiempo de ni siquiera hablarnos. Por un malentendido nos alejamos; intervino una tercera persona y por no aclararlo a su debido tiempo, fue que nos distanciamos. El día que me lo regaló, fue hace muy poco. Ese día también fue la última vez que nos besamos y abrazamos. Aclaramos algunas cosas y también entendimos que ya no era posible continuar con lo que tuvimos, por motivos suyos que nunca aclaró por completo. Nos despedimos a medias; realmente no cerramos el círculo. Hoy que encontré ese bolígrafo, pensé que sería bueno deshacerme de él; no pude. Mi mente sabe que es mejor que esa historia extraña concluya, pero algo dentro de mi, sabe que no ha concluído aún; él me sigue buscando, es un hombre contradictorio o indeciso o que sé yo.

Si se pudiera hacer "limpieza mental" tan fácil como se limpia un cajón y una bolsa. Cuestión de tiempo. Espero pronto sacar del baúl de los recuerdos a aquél bolígrafo, porque aparte a mi no me cae bien Elmo ja ja. Seguramente todos acumulamos cosas materiales significativas, unos más que otros. ¿Ustedes también "vacían" de vez en cuando lo que han acumulado?

miércoles, 13 de mayo de 2009

¿Qué se necesita para iniciar una amistad?



Pues quién sabe, cada persona debe tener su propia respuesta. Para mi es esencial lo siguiente (no están en orden específico):





1.- Sinceridad. Que pueda percibirla en su forma de hablar, actuar, etc.


2.- Congruencia. Entre lo que hace y lo que dice.


3.- Empatía. Este punto es importante y se va creando con la convivencia.


4.- Afinidad. Por ciertas cosas; pienso que debe haber puntos en común para tener una amistad.


5.- Encontrarse. La mayoría de las amistades inician con un encuentro, donde no siempre haces "click" inmediato con la persona, pero se va dando con el trato.


6.- Un momento. A veces en alguna situación o momentos, entra en acción una persona que se convierte en un amigo (a).


7.- Su forma de ser. Que me sea agradable y compatible con la mía.



Y básicamente son los puntos que se me ocurren en este momento para el inicio de una amistad. Ya para mantenerla es otra cosa, hay que dar mucho más. El punto es que no entiendo como alguien puede decir que es amigo de otro alguien, si NO le gusta su forma de ser. OK, OK, una amistad no se trata de estar siempre de acuerdo, ni de darle el avión a la otra persona, se trata más bien de decir las verdades merecidas cuando sea el caso, aunque duelan. Pero simplemente se me hace difícil que exista una amistad cuando NO te gusta como es la otra persona. Si no te agrada su personalidad, carácter, actitud, pensamiento, etc., ¿cómo puede ser tu amigo (a)?
¿O si se puede? Porque nosotros elegimos a nuestras amistades, nadie nos las impone.

Imagen: "Le prêtre marié" 1950. René Magritte

lunes, 4 de mayo de 2009

Golpe al ego. ¿Será?




Hace un rato por medio de una conocida "red social", me enteré que un ex-compañero de la preparatoria y la facultad ya tiene novia, después de muchos muchos años de permanecer soltero y sin compromiso. Al principio me dio gusto, porque la verdad es un chavo muy agradable; pero después , sentí algo extraño. ¿Qué era? mmm algo así como un "dolorcillo"; ¿en dónde? mmm qué difícil definirlo...en mi "ego", creo.

¿Y a mi porque me pasó eso? Pues resulta que ese chico ex-compañero durante bastante tiempo (años, de hecho), estuvo "enamorado" de mi; o al menos eso decían. Lo conocí desde la preparatoria; la verdad es que no puedo decir que hayamos sido amigos, pero nos llevabamos bien.

Ambos ingresamos a estudiar la misma carrera y por lo tanto, ibamos a la misma facultad. Y fue hasta que estabamos en el 4° año que comencé a fijarme en ciertas actitudes que tenía conmigo: era muy atento, amable, detallista, me observaba con frecuencia y de repente cuando platicábamos, él se quedaba callado y bajaba su mirada. Me di cuenta de esas actitudes porque una amiga me dijo: "¿No te has dado cuenta de que le gustas a R. J. (o sea, mi ex-compañero je je)?. Yo me sorprendí bastante y no lo creí, hasta que tiempo después otros compañeros me dijeron que R. J. les confesó que desde la preparatoria había estado enamorado de mi, que nunca me había dicho nada por temor a que lo rechazara y que justo cuando se había animado a decirme algo, yo inicié un noviazgo con un chavo con el cual duré más de 3 años y eso le quitó la "oportunidad".

Él nunca me dijo nada. Lo más cercano a un intento de declaración amorosa, fue un día que se ofreció a llevarme a mi casa, después de haber tenido una clase. Cuando íbamos en su auto, lo notaba un poco nervioso, por lo que supuse que tal vez me iba a decir que le gustaba. Me puse a pensar qué le diría si eso pasara, porque a pesar de que nos llevabamos muy bien y lo apreciaba, sinceramente no sentía atracción hacia él. Pero la verdad, me iba a dar mucho pesar decirle que yo no sentía algo parecido. Cuando llegamos a mi casa, me dijo que ya teníamos muchos años de conocernos, que siempre le parecí una chica agradable, inteligente, sincera, bonita y que le gustaba estar cerca de mi; yo sólo contesté que le agradecía sus halagos y que yo también lo apreciaba. Fue cuando dijo que había decidido hablar conmigo y preguntarme algo importante; tal vez puse alguna cara rara o tal vez le dio temor o que sé yo, pero me dijo: "mejor hablamos después, en otro momento" y me dio un beso en ¡mi mano!. Sinceramente me dio alivio que no dijera nada, sea lo que fuera que iba a decir. Tiempo después terminamos la carrera y no lo he visto desde hace un año; en ocasiones me envía mensajes a mi celular o me deja alguna nota en la red.

¿La noticia de que tiene novia habrá sido un golpe a mi ego? Porque celos no son, más bien siento "feo", por así decirlo. Es que es inevitable, a pesar de que no me considero una persona con un ego excesivo, siempre es bonito y "eleva la autoestima" el saber que hay alguien a quien le gustas y piensa en ti.

De cualquier forma, me da gusto por él (R. J.), es un chico que vale mucho la pena.